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Como ya era una costumbre, Jungkook esperó a que Taehyung se quedara completamente dormido antes de disponerse a descansar un poco, como siempre, poniendo primero el bienestar de su osito antes que el propio.
Claro está que no había tenido que esperar por mucho tiempo, ya que los medicamentos empezaban a hacer efecto rápidamente, más, sin embargo, estaba realmente cansado y esos minutos de espera habían pasado realmente lento.
Sus ojos comenzaban a cerrarse cuando sintió como su novio se removía a su lado y estornudaba, haciendo que todo el sueño que tenía se fuera y se concentrara en cuidar del chico de cabello azul.
-Duerme, koo.- Taehyung arrastró las palabras fuera de su garganta, derritiendo inmediatamente el corazón de Jungkook por la suavidad con la que había hablado.
Pocos segundos después, el rubio comprobó que el oji-verde había vuelto a dormirse y besó la frente del mismo, dejando que sus ojos finalmente se cerraran.
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